30 de octubre del 2015, Madrid.
Hace unos días estaba frente a la puerta de
la Iglesia de Santa Cruz, ya era de noche y estaba cerrada su puerta. Entonces me
vino a mi imaginación una visión de gente de rodillas orando frente a esa
puerta que podría ocurrir en el futuro, y esta idea me alegraba que pudiera
ocurrir.
Me sorprendí de esto que imaginé pues nunca
antes recuerdo haber visto alguna persona de rodillas fuera de alguna iglesia orando
hacia la puerta.
Y hoy, fui a esa iglesia de Santa Cruz y vi
allí al vecino que vive justo debajo de mi casa en la calle Juan de Urbieta de
Madrid. Y esta iglesia está a más de 2,5km de la casa. Con ese vecino oré hace más
de un año para que se sanara su MANO aunque solo un poco pareció mejorar
durante solo un tiempo. Me sorprendió que él llevaba hoy una cruz relativamente
grande (de unos 15cm) sujeta en su MANO, pues nunca antes me había fijado que
alguien llevara así una CRUZ, excepto en semana santa.
Momentos después, al fijarme en la cruz que
hay en el altar, tuve la certeza en imaginación, de algo que yo no sabía ni había oído hablar de ello: de que dentro de esa cruz del altar debía haber un trocito de
la CRUZ verdadera de Cristo. Tal vez porque hace más de un año cuando miraba
hacia ese altar con esa cruz, junto al pan de la consagración, vi una bella visión que me hizo
llorar de tal belleza.
(Escribo aquí de esa bella visión: era como
una nube de gloria de luces de colores y veía alguna raya de luz, y desapareció
todo esto de pronto cuando el sacerdote bajaba el pan consagrado, toda la visión
duraría unos minutos, me pareció que el tiempo se detuvo, lo que debía ser unos
10 segundos de elevar el pan consagrado hasta bajarlo se me hizo como 15
minutos.)
Siguiendo con la historia de hoy, al salir de esa iglesia de Santa Cruz vi a una amiga, llamada Águeda
(que yo la llamo María del Rosario de nuestro Maravilloso Señor Jesús y de todos los santos, pues ella es muy creyente y le hace gracia que le llame así). Al ver a Águeda le saludé mientras que las puertas de la iglesia cerraban.
Al momento, ella me dijo que dentro de la cruz de esta iglesia se conserva una de las únicas dos pequeñas reliquias aceptadas y documentadas por la iglesia de la verdadera CRUZ de Jesús que se conservan reconocidas en Madrid.
Me sorprendí mucho de esto pues yo no había oído antes de que en esa iglesia se consideraba que existiera tal reliquia de la cruz, pues pensaba que en España solo habían 2 reliquias de la Cruz, una en Liébana (norte de España) y otra en Caravaca de la Cruz; y sorprendido especialmente porque, solo unos minutos antes, yo lo había imaginado al mirar aquella cruz.
Y momento después Águeda dijo a los dos monaguillos, que al lado estaban, que se pusieran los tres ¡¡¡de rodillas frente a la puerta de la iglesia a orar!!! Entonces, yo me sorprendí aún mas pues yo no les dije nada de la visión, que tuve hace unos días, de gente de rodillas frente a la puerta de la iglesia. Al momento se pusieron los tres de rodillas frente a la puerta de la iglesia.
Al momento, ella me dijo que dentro de la cruz de esta iglesia se conserva una de las únicas dos pequeñas reliquias aceptadas y documentadas por la iglesia de la verdadera CRUZ de Jesús que se conservan reconocidas en Madrid.
Me sorprendí mucho de esto pues yo no había oído antes de que en esa iglesia se consideraba que existiera tal reliquia de la cruz, pues pensaba que en España solo habían 2 reliquias de la Cruz, una en Liébana (norte de España) y otra en Caravaca de la Cruz; y sorprendido especialmente porque, solo unos minutos antes, yo lo había imaginado al mirar aquella cruz.
Y momento después Águeda dijo a los dos monaguillos, que al lado estaban, que se pusieran los tres ¡¡¡de rodillas frente a la puerta de la iglesia a orar!!! Entonces, yo me sorprendí aún mas pues yo no les dije nada de la visión, que tuve hace unos días, de gente de rodillas frente a la puerta de la iglesia. Al momento se pusieron los tres de rodillas frente a la puerta de la iglesia.
Me quedé atónito: No podía casi creerlo que yo estaba viendo lo
que hacía unos pocos días tuve en imaginación, me parecía imposible.
Animado por la coincidencia, me atreví a arrodillarme con ellos en la acera de la calle, mirando los cuatro hacia la puerta de la iglesia en dirección a donde está la custodia del pan consagrado. Oramos.
Salimos caminando de allí, y minutos después, pasamos junto a las puertas de la iglesia de la Trinidad y de nuevo nos arrodillamos ante la puerta cerrada y oramos un momento. Después seguimos caminando por la calle de al lado, y como un minuto mas tarde, nos paramos a hablar sobre el hecho de que Trinidad viene de la palabra "tres" y al instante nos dimos cuenta que estábamos justo frente a un portal nº3, en el local 3, de un cartel con el nº 3 que ahí al lado nuestro estaba.
Salimos caminando de allí, y minutos después, pasamos junto a las puertas de la iglesia de la Trinidad y de nuevo nos arrodillamos ante la puerta cerrada y oramos un momento. Después seguimos caminando por la calle de al lado, y como un minuto mas tarde, nos paramos a hablar sobre el hecho de que Trinidad viene de la palabra "tres" y al instante nos dimos cuenta que estábamos justo frente a un portal nº3, en el local 3, de un cartel con el nº 3 que ahí al lado nuestro estaba.
Recordé después que la Biblia dice algo
como “orar…con las puertas cerradas…”, que aunque pueda significar otra cosa,
para mí significaba algo más literal y podría aplicar a lo indicado en este
visión.
Poco después le dije a Águeda que en el "pan consagrado" se entiende que está solo una parte de Dios, pero ella me dijo rápidamente que no es sólo una parte sino "todo". Y ella dijo como sin pensar; "de hecho el término griego πᾶν (pan) significa 'todo'. Me sorprendió esta respuesta tan rápida y tan apuntada
…
Conclusión: Tal vez realmente el Señor
puede darnos a todos a través de la imaginación, algún tipo de visión de algo bueno
que quiere que hagamos y nos gustaría.
…
Oración: Que si el Señor quiere y desea en
su Voluntad, tengamos la visión o imaginación de algo que él quiere que ocurra
bueno y nos de Alegría a todos.
………………….
Gracias, Carlos, por compartirlo. El 333 es el número de la Santísima Trinidad. Se lo dijo la Virgen al Padre Gobbi.
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