lunes, 2 de junio de 2014

84) Recibo carta de la Casa del Rey, y horas después abdica.

2 de Junio del 2014   

1. Anoche me sorprendí gratamente, pues me di cuenta que había recibido una carta de la misma Casa Real, en nombre de Sus Majestades los Reyes de España (a través de su Secretaría).  Estaba escrita con enorme amabilidad y era una contestación, muy atenta, a la carta que les envié por email, invitándoles a visitar la construcción del Templo de Don Justo Gallego en Mejorada del Campo (la llamada iglesia o catedral del Pueblo). Ellos agradecían mi invitación y lamentaban tener que declinar. 

Creo que era la primera carta que yo enviaba a los Reyes y la primera que me contestaban.

Me parecía extraño que hubieran podido contestarme, lo cual aprecio, pues con tantas peticiones que imagino que la Casa Real tiene, no dispondrían de tiempo de leer mi email y menos de contestarme. Además yo les envié mi carta sólo unos días antes. Y me agradó enormemente lo afectuoso de la carta.

2. Quizá más sorprendente es la coincidencia de que, esta misma mañana, se ha anunciado por los medios de información, que el Rey abdica en su hijo, su Alteza el Príncipe.

Pensé, con pena, que quizá mi carta fue como una de las últimas gotas que tal vez influyó en su decisión, pero pienso que lo más seguro es que no influyó.

He recordado que en la Biblia, se pide que se ore por los Reyes, y esto se viene realizando durante miles de años. Es decir, considero que millones de personas, durante siglos, han orado (en especial en las iglesias) por el bien de los Reyes. Y esto pienso que debe de producir resultados maravillosos en ellos y en el Pueblo, que quizá ni nos damos cuenta.

3. Y esta misma tarde o anochecer (del mismo 2 de Junio), estaba yo por el centro de Madrid y oí un helicóptero.
Yo iba en bicicleta, y me situé debajo él. Estaba este helicóptero sobre la plaza del Palacio del Rey, el Palacio de Oriente. Pensé que sería por seguridad o por la Televisión. Al momento vi que la policía empezaba a cerrar las calles de acceso a la plaza del Palacio, donde yo estaba.
Intenté salir de esa zona pero un policía me decía que no se podía salir. Me sentí atrapado en esa plaza.
Habían cerrado la calle con vallados metálicos y en la calle donde pregunté eran vallados duplicados con triangulación por seguridad de no ser volcados. Al momento vi bastantes policías y algunos de ellos corriendo, y bastantes furgonetas grandes de policías se movilizaban rápido. Alguno de los policías comenzó a gritar a los demás policías. No recuerdo en mi vida antes haber visto la policía gritando. Con lo cual, pensé que era una situación muy seria. Me dijeron que los republicanos con sus banderas, querían acceder a la plaza, para intentar de algún modo significar que “conquistaban” el Palacio del Rey, pidiendo que no haya más Rey. Pensé que podría ser como posible inicio de una guerra. Pensé que si saltaba la gente las vallas, se produciría disturbios donde yo estaba, y los policías me confundirían con gente contra del Rey y podrían haber heridos.

Entonces me comenzaba a asustar al ver el peligro posible. Llamé por teléfono a mi amigo cristiano Guillermo para que orara. Él está en un equipo de Oración llamado Fire-team (equipo de fuego), y le dije a él que estábamos en la línea de “fuego”.
Para evitar el temor comencé a orar pidiendo que hubiere calma en el lugar. Como a la media hora, percibí una voz interior que decía que saliera ya de la zona. Yo pensé que no era posible salir aún, pues las salidas estaban cortadas con vallas por la policía. De todas obedeciendo a esa "voz" me dirigí hacia las vallas que vi seguían cerradas. Al mismo instante que llegué junto a las vallas, iba a preguntar al policía si se podía ahora salir, y sin llegar a abrir mi boca, y sin frenar con mi bici, en ese instante, los policías quitaban abrían el paso, quitando a gran velocidad todas las vallas de la calle donde yo estaba, quedando así la calle totalmente abierta.
Me pareció como mágico que al llegar yo se abrieran así las "puertas", y se veía todo en calma.
Pienso que miles de personas oraban por la situación para calma.
Conclusión: Parece que la oración de miles de personas, podría haber ayudado a calmar los ánimos. Los Reyes, como todos nosotros, estamos en el mismo ámbito de hechos coincidentes. Parece ser que las coincidencias ocurrirían por igual a cualquier persona independientemente de su nivel social.
Petición: Que todas las oraciones puedan sumarse para obtener resultados maravillosos para el bien de todos, según la Voluntad del Todo poderoso. Que podamos estar en unidad toda la Sociedad.

jueves, 1 de mayo de 2014

83) El número de espera para el tren.

18 de Abril del 2014, Valladolid.                 
Hoy, viernes santo, quería ir a la antigua capital de España, Valladolid, pues había oído que, para algunos, la más bella tradición de este día, era en esta ciudad este día.
Llevaba años queriendo hacer esto y hoy se hizo.
Pero, comencemos la historia al despertarme de esta mañana. Aún yo estaba en Madrid, y no sabía que haría este día festivo.
Decidí ayunar este día no solo en comida sino también en llamar a amistades.
Pensé la opción de ir a Valladolid. Pero pensé que los trenes estarían completos, y además que no tendría tiempo de coger el tren para llegar allí a ver algo famoso de este día, al mediodía, y se llama “las siete palabras” (son las últimas 7 frases que dijo Jesús en la cruz antes de morir, y se realiza con espectacularidad en la plaza mayor).
Miré en internet y decía que los trenes estaban completos. Aún así, sabía que en los últimos minutos a veces alguien anula su billete. Y algo me hacía pensar que valía la pena intentar ir a la estación del tren (Atocha) a ver si hubiera tren, además estaba esta estación a sólo 1km de mi casa. El caso es que, como tenía día libre, lo intenté.
Cuando salí a la calle, me sentía cansado y comencé a dudar si lo que hacía era una tontería. Cuál fue mi sorpresa, que al momento, sentí en las piernas como una fuerza que me empujaba para caminar. Era en los músculos de los gemelos. Sentía una presión que me hacía avanzar hacia adelante. Nunca antes había sentido algo como esto, ni había oído hablar de esto.
Al llegar a la estación, faltaban 20 minutos para la salida del tren, pero este tren salía de otra estación (Chamartín) que estaba a 15 minutos de donde yo estaba en Atocha.
Además, yo no tenía el billete, de modo que saqué rápido un número en un papelito para comprar el billete. Veía que faltaban como 20 números para que me atendieran, lo cual supondría 20 minutos de espera, con lo cual perdería el tren. Este tren era de gran velocidad, y no había otro tren, ni otro medio de locomoción, con el que yo llegara a tiempo a Valladolid para lo de las “7 palabras”.
Quedé un minuto pensando qué haría. Tenía 4 minutos para correr entre donde yo estaba a un transporte hacia Chamartín y allí ver si no había cola para comprar el billete en un minuto y correr al tren de gran velocidad. Decidí esto, empecé a correr, pero…
Me di cuenta que tenía el papelito en mi mano, y que este número aunque ya no me servía, podía servir para que otra persona pudiera ser atendido antes. Entonces pensé: “si voy a dejar este papelito a dónde se sacan los números voy a perder como un minuto, que lo necesito para intentar coger el tren, pero…a Dios le agradaría que lo intentara para ayudar a otra persona a no retrasarse, y además si Dios me ve hacer esto, tal vez Él me ayude a coger el tren”.
De modo que dejé el papelito, y creo recordar que se lo di en mano a alguien y esta persona se alegró.
Fui corriendo hacia un transporte que me llevó a Chamartín. Al llegar a Chamartín faltaban 3 minutos para la salida del tren a Valladolid. Fui a donde se compraban los billetes y vi que había una gran cola, que duraría más de 10 minutos en ser atendido. Entonces según esto ya era imposible coger ese tren.  Pero…aunque parecía imposible, pensé que tal vez, por la acción que hice de ayudar con ese papelito antes, tal vez Dios haría algo nuevo que nunca antes vi…
Es decir, ese tren que es de alta velocidad y tiene medidas especiales de seguridad, que  supiese yo, nunca dejan entrar a nadie sin billete. Pero yo, con la ingenuidad de un niño, me acerqué al tren. Había un control antes de entrar al tren. Me acerqué y dije que si habría alguna manera de entrar y pagar dentro. Me respondieron que eso no era posible en estos trenes. Que si no traía el billete no se podía entrar.
De modo que ya di por cierto que no podía coger ese tren, pero…
Sentí como una voz interior que me decía que volviera a preguntar, y preguntara al inspector. Le pregunté a este, le enseñé el pase que tengo de descuentos, que evidentemente no sirve para entrar a ese tren sin billete, y le dije que no tenía tiempo a comprar el billete. Me respondió lo mismo que los demás, que no es posible, pero…
En ese momento pensé: “¿Señor Dios, si tú me has dicho que pregunte otra vez, y lo hice, porqué no ha habido cambio?...
Al instante, este inspector, como si hubiere un cambio en él, se giró hacia mí, y me dijo: “hay 4 ó 5 personas que no han montado en el tren, hay sitio para ti, entra”.
¡Ooooooh! Nunca antes había visto esto. Además, no me cobró nada por el viaje.
Pensé que tal vez un Ángel del Cielo se puso en ese interventor, o tal vez, cuando él vio  una crucecita de madera que yo llevaba al cuello, esto motivó que, pensara de otra manera, y cambiara su idea para ayudarme entrar. Tal vez yo nunca lo sepa, pero sé, que he decido creer que tenemos un Dios tan grande que está a nuestro favor para que seamos felices.
Llegué a tiempo a la plaza mayor de Valladolid para lo de las 7 palabras. Y al momento el sacerdote que hablaba por altavoz, desde un púlpito engalanado aunque muy envejecido por el paso de muchos años, decía: “Jesús (Dios) no es un aguafiestas, sino alguien que está, (como un niño pequeño, encaprichado) con todas sus ganas, para que seas Feliz”.
Conclusión: Parece ser que realmente, el Señor Creador, quiere ayudarnos a que cumplamos nuestros sueños.

Petición: Que el Señor nos conceda las peticiones de nuestros corazones.

martes, 29 de abril de 2014

82) Querer tocar una ballena.

3 de Agosto del 2012, Montañita, Ecuador.           
Estaba en la costa de Ecuador, viendo a la distancia ballenas saltando. Y quería verlas más cerca, e incluso dije a mi amigo José de Guayaquil: "quiero tocar una ballena", pues yo quería saber cómo era la resistencia de la piel de la ballena, pues podría ser un dato para la investigación de refugios a tsunami en que yo trabajaba.
Lo que dije parecía como idea de niños, pues: ¿cómo iba a ser posible tocar una ballena?.
Pero algo dentro de mi me impulsaba a creer que podría ser posible. Yo nunca antes había pensado en tocar una ballena.
Y lo sorprendente es que, creo fue al día siguiente (quizá 2 ó 3 días después), en la playa donde estábamos nos dijeron que había una ballena muerta (al parecer recién muerta) en la arena. Era grande, de unos 12 metros o mas. No podía creer encontrarme con una ballena tan de cerca. Nunca antes había visto algo como eso. Y efectivamente, me acerqué y la toqué y pude apreciar la resistencia de la piel, que era lo que quería.
Parece como imposible, que alguien quiere tocar una ballena y como día siguiente lo toca.

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Conclusión: Parece que cuando deseamos algo como si fuéramos niños, es más fácil hacerse real.
Petición: Que nuestros deseos, se hagan realidad, si es voluntad de Dios.

domingo, 20 de abril de 2014

81) Domingo de resurrección.

20 de abril del 2014, Toledo.                        
Faltaban unas 5 horas para comenzar el domingo de Resurrección. Yo estaba en Madrid y quería ver algo de interés en relación a la Resurrección.
Busqué en internet y leí que la semana santa de Toledo era la mejor (o de las mejores) de España, y que en esa madrugada, a la 1 de la mañana del domingo, saldría una procesión de resurrección, desde la iglesia de San Andrés.
Yo no conocía esa iglesia. En Toledo hay muchas iglesias. Al momento llamé por teléfono a mi amigo Javier, estudiante de teología, pues él vivía antes en Toledo. Le pregunté si estaba él en Toledo, y sin decirle más, él me dijo que visitara la iglesia de San Andrés, ¡me sorprendí pues a esa iglesia quería ir yo! Además me dijo que muy pocas veces se puede visitar esa iglesia, y esta noche de madrugada se podría.
Fui entonces a Toledo con mi amigo Omar de Puerto Rico. Llegamos tarde en la noche a la zona vieja de Toledo, como una hora antes del domingo.
Al comenzar a caminar por esas calles estrechas y tan históricas de Toledo, le dije a Omar que yo presentía que me iba a encontrar allí a alguien de los jóvenes del pueblo de Noblejas.
Fuimos hacia la iglesia de San Andrés. Y antes pasamos por la catedral que a esas horas estaba abierta y preciosamente iluminada celebrando la resurrección, en el que hacían rodar una rueda de madera llena de campanitas que sonaban como de celebrar fiesta. Es decir se notaba el ambiente de fiesta.
Después llegamos a San Andrés. Una iglesia más bien pequeña, hermosa, muy antigua, del siglo XIII, con partes construidas con formas de la cultura árabe. Para mi era curioso, allí ver un cuadro de la forma en que fue crucificado San Andrés, en forma de X, y eso estudié en las clases de arquitectura.
Al momento iban a sacar desde la iglesia a la calle el Paso (o llamado Trono) de una escultura que representa a Cristo resucitado. Lo cargaban 8 personas. Me fijé que una de esas personas era una señora mayor, y yo pensé que ella no podría soportar el peso. Me entristecía ver a ella así. Yo quería ayudarla y ponerme junto a ella para cargar el Paso. Al momento un sacerdote, con túnica blanca, me pidió que me pusiera junto a esa mujer y ayudara a cargar el Paso.
Así lo hice al instante. Me di cuenta cuán pesado era el trono. Me acordé que tenía yo problemas con la espalda. El gran peso me hacía dolor en la espalda y hombro. Poco después esa mujer, junto a mi, bajo el trono, me dijo que sin mi ella no podría haber llevado eso.
Me sorprendí que a los pocos minutos de llevar el Trono, se me quitara el dolor de espalda. Como si me hubiere sanado. Como si hubiere resucitado mi cuerpo de algún modo.
Me sentía contento. Vi que al lado estaba el seminario y las puertas abiertas. Entramos, y en el claustro que estaba vacío, comencé a cantar un canto tipo gregoriano, pues el eco que producía la piedra de los muros me invitaba a ello. Al terminar de cantar, notamos que los sacerdotes empezaron a cantar, y quería imaginar que les hubiere animado a ello.
Después de esto cuando estábamos a punto de salir de la muralla de la ciudad antigua de Toledo, en ese momento alguien me llamó fuerte y contento por mi nombre. Era precisamente uno de los jóvenes de Noblejas. Él se sorprendió de la coincidencia de encontrarme allí. Pues nunca antes, desde hace unos 5 años que lo conozco me había encontrado a alguien de Noblejas fuera del pueblo.
Y casualmente a él, llamado Alejo, yo le llamaba “Alejo que llegará lejos” y es el que más lejos he encontrado (tiempo después le vi en Inglaterra). Y él al momento dijo a su amigo, con quien iba, que yo hacía milagros. Aunque aclaré entonces que más bien eran “coincidencias” o cosas que Dios hace y no yo.
Al día siguiente, ya en Madrid, vi que había que trasladar una pesada cruz, de unos 80 kg hacia la iglesia de Amistad Cristiana, y que se requería 3 personas para llevar, y a causa de sentirme sanado, me atreví a llevarla yo solo. Y aunque notaba el gran peso, en un momento pensé que Cristo dijo que su carga era ligera, entonces en ese mismo instante, me sorprendí pues no sentí peso, como si la cruz fuera hecha de cartón ligero.
Conclusión: Quizá cuando se celebra algo en cierto día, hay algo que motiva a ser realidad lo que se celebra.


Oración: Que podamos resucitar.

miércoles, 26 de marzo de 2014

80) Síndrome de Down. ¡Ay, mi memoria!

25 de Marzo. Madrid.                        
Ayer por la noche, un hombre, quien fue sanado del Síndrome de Down, oró con gran amor por mí. Y como una hora después hablé con mi amigo de Puerto Rico, y le dije que me sorprendía que ese hombre de Dios tenía una gran memoria (para recordar por ejemplo los números de los versículos en la Biblia), y también le dije, con cierta pena, que sin embargo yo no tenía tanta memoria para recordar en dónde en la Biblia encontrar los versículos.
Y hablándolo entonces con mi amigo, llegué a la conclusión, que aunque yo no recordara las cosas de memoria, no tenía yo que sufrir, que lo que importa es “guardarlo en el corazón”. Y dijimos que en la Biblia cuando se habla de “guardar en el corazón”, parece que no obliga a “guardar en la memoria”, incluso, hasta con cierto aspecto cómico, pero con respeto, dije que creo que tendría mala memoria (o despiste) la Madre del Señor Jesús, con tanto “guardar en el corazón en vez de en la memoria”, pues cuando este era niño de 12 años, lo perdió por varios días.
A la mañana siguiente, sin saber de todo esto mi hermano, lo primero que él me dijo fue: ¿Qué dice el versículo de Mateo, 27.24?
Me sorprendió la coincidencia, de que me preguntara requiriéndome memoria, cuando él nunca antes me preguntó de esta manera.
Entonces gracias a que la noche anterior llegué a aquella conclusión, pude responder con tranquilidad y contento, que no sé de memoria los versículos. Y al momento él me recitó el versículo. Y pudimos con tranquilidad hablar de la Biblia.
Conclusión: Parece ser que, aunque es bueno saber de memoria los escritos divinos, si en alguna ocasión se nos olvida algo, importa más que, sea el significado, guardado en el corazón.

Oración: Que recordemos en la mente lo que debamos y en el corazón lo que siendo bueno, amemos. 

viernes, 7 de marzo de 2014

79) Concurso de canciones de humor sobre error social.

1 de Marzo del 2014. Madrid.                        

1) ¡Qué bien que de los errores se puede aprender y pueden servir para mejorar!

En esta mañana fría y lluviosa de sábado de carnaval,doce amigos, nos presentábamos en la entrada de un auditorio, ante un público de unas 500 personas, para actuar en un concurso de chirigotas: canciones de humor. Estas canciones, en general tienen letra de crítica a errores de la Sociedad.

La letra de nuestra chirigota tenía también, con Amor y humor, el propósito de animar al público no sólo durante la actuación si no también durante toda su vida, por el mensaje de Esperanza.

Pero, en esta actuación, aun con buena intención, hice precisamente: errores (aunque pequeños e involuntarios), ¡hasta diez! (al menos que sepa), que se "juntaron casualmente" y que cuento esos diez, a continuación. ¡Ah! y de todo pido perdón.

Uno de mis errores (1 de 10) fue ignorar que nuestra letra y actuación se podía interpretar políticamente. Y era de esperar esa interpretación, pues el concurso lo organiza una (buena) Entidad relacionada con política, en oposición al Gobierno, y las bases del concurso valoran mucho la ironía en las letras de la canciones, de modo que si lo que decíamos no valoraba su ideal político, entonces se podría tomar como en contra de ellos.  

2) Otro error mío (2 de 10) fue que entendí que me dijeron de la Organización que se podía actuar no mas de 10 minutos, pero en las bases del concurso recomendaban no mas de 8 minutos. Hicimos ensayos cronometrados que duraban de 8 minutos, pero parecía que mejoraría ampliando y entonces los ensayos duraban menos de 10 minutos. Yo no di mucha importancia a la exactitud del tiempo, pues grupos ganadores de otros años tardaban unos 12 minutos.
Pero cuando estábamos a punto de actuar, un señor del concurso nos dijo que el grupo anterior tardó demasiado, 20 minutos, y que actuáramos nosotros en 9 minutos. Y pensé, y otro error mio (3 de 10), que se refería a no llegar a 10 minutos, pero se refería  no pasar de 9.
Y aún otro error mío mas (4 de 10), fue que nos pasamos de los 9, y me dijeron que más de 11 minutos...pues no conté con el tiempo de los aplausos, (error 5 de 10) o el tiempo en que reducimos la velocidad de cantar, por lo que ocurrió (cuento a continuación) que un poquito me desánimo o desconcentró (error 6 de 10): "juntándose casualmente así los errores":

3) Salimos al escenario: ante ese querido público. De repente, sentí como cierta oscuridad u opresión. Podría ser porque salimos al escenario con una banderita de España en el tambor y a gente del público le sentó políticamente mal, y percibí que algo no gustaba, sin saber qué. A eso del minuto 3 de nuestra actuación, imitando con respeto a Julio Iglesias, cantábamos diciendo: "Unos creen que todo va bien…otros creen que mejor será…”. No nos referíamos a cuestiones políticas, pero un hombre del público, al parecer, y con razón, lo interpretó como que queríamos decir que con el Gobierno actual todo va bien. Entonces este hombre, en su derecho, nos abucheó en público.
Afortunadamente, otra persona del público, una mujer, criticó al instante, y con voz fuerte, a ese hombre, diciéndole “que abra la mente”. Fue casi como una pequeña batalla verbal entre el público durante nuestra actuación.

Yo oí el abucheo del hombre, pero no oí o no presté atención a la defensa de esa mujer (error 7 de 10), que me hubiere animado.

Además, como yo llevaba la guitarra y dirigía el grupo, me desanimé o desconcentré, como dije, lo cual en una actuación eso es un error, pues pudo reducir la velocidad de actuación, con lo cual provocó a retrasarnos en el tiempo.

4) En nuestra antepenúltima canción, construimos en el escenario un barco de cartón de 3 metros de largo, en el que metíamos palabras visibles al público, como “avaricia” “odio”…y tumbamos ese barco, significando que “denunciamos” la maldad. Y justo después levantábamos del suelo un barquito de papel blanco, simbolizando el Amor, el cual colocábamos, con toda buena intención, sobre una gran bandera de España, la cual llevaba el escudo del Rey. Esto vio el público.

¡Oh! ¿Qué dije? ¡otra bandera de España, y esta con ese escudo, y en ese lugar!

Y esto fue otro error mío (8 de 10), pues yo ignoraba que esa bandera, se interpreta como que íbamos en contra de ideales políticos de gente del público.
Si no recuerdo mal, fue precisamente entonces, al sacar esta bandera, cuando nos apagaron las luces, pienso que para no herir mas los sentimientos. Creo que hay que decir, que a otros grupos si se pasaban de tiempo sólo les parpadeaban las luces.

Yo como pensaba que no habíamos pasado 8 minutos, entendí el apagar las luces como un simple aviso (error 9 de 10) para que no nos entretuviéramos entre canción y canción, y que aún quedaba tiempo para terminar con las 2 canciones que quedaban.

5) De modo que seguí con otra canción, pensando que encenderían los focos, pues pensé que estábamos dentro del tiempo permitido. Pero no los encendieron. Entonces entendía que algo no les gustaba de nuestra actuación, lo cual me hizo sufrir, y en especial porque no entendía el por qué (error 10). Al terminar esta canción y a falta de una, entonces pensé que tal vez nos habíamos pasado del tiempo. por lo cual con gestos pregunté al de las luces si es que acaso me había pasado del tiempo, y entendí que me decía que ya no teníamos tiempo. Al instante pensé que sólo me faltaban 30 segundos de la última canción en que nos quitábamos los parches tirándolos al aire, pero por respeto al público, di señales a nuestro grupo para que saliéramos rápidamente, y nos fuimos sin terminar.

Entre el público se oyó, en nuestra defensa, gente que decían a coro: "libertad de expresión". De buena forma se arregló todo cuando la Organización dijo por micrófono que era por razones de tiempo para respetar a los demás grupos.

6)  La gente después de la actuación decía que casi no se nos oía. Aunque el jurado decía que todos los grupos fueron muy buenos. Pero algo que me hizo sentir pena es no saber por qué ese hombre nos abucheó. De modo que tras la actuación le busqué para preguntarle, y pregunté al jurado. Y se me aclaró que efectivamente pensaron que nuestra letra era una crítica a la manera política de pensar del jurado.
Le pedí disculpas por el malentendido, pues fue error mío el no haberlo dejado más claro que nuestro mensaje no es político.
Algo que me alegró mucho entonces, es que pude explicarle al jurado el verdadero significado que pretendía nuestra letra. Y se escuchó con atención. y sin yo preguntar me dijo una del jurado que era agnóstica. Y fui gratamente sorprendido cuando me dijo que no nos dieron EL PREMIO (no dijo algún premio) porque se entendió la letra contra su política, y esa era la única razón que me dijo.

7) Es curioso que, aún en lo peor, se pueda sentir: un gozo inexplicable. Me explico: el hecho de que nos apagaran las luces (que sería lo más penoso), justo al momento de que dijimos "...nuestra querida España como ORO (de orar) va a relucir, que SEA ASÍ”, me hace recordar lo que dice la Biblia: “TENED POR SUMO (MÁXIMO) GOZO, CUANDO OS HALLÉIS EN DIVERSAS PRUEBAS”. Es decir, debería ser lo más gozoso, lo menos gozoso. Parece como contradicción, o imposible, pero dicen que el Dios bíblico es Dios de lo imposible.

Es maravilloso que, tiempo después, cuando hacíamos comentarios sobre el apagarnos las luces, nos reíamos con un Gozo Feliz.

8) Al año siguiente, en el 2015, también nos presentamos de nuevo al concurso, y esta vez la presentadora habló bien de nuestro grupo ante el público, e incluso diciéndole, referido a nuestra actuación del 2014, algo así como que deberíamos haber recibido premio.

Conclusión: Que lo que parece lo peor puede ser lo mejor.  Que aunque en las coincidencias parezca que se juntan los errores o lo malo, aún así, obra todo para un bien final.
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Oración: Que no cometamos errores, y si fuere inevitable los errores, que se corrijan rápido y de forma maravillosa y para mejor. Y que las pruebas de la vida las llevemos con el gozo debido.

lunes, 13 de enero de 2014

78) ¿Otro trabajador, ó yo?

Noviembre de 1998, Pozuelo de Alarcón, Madrid.    
            1) Esta historia fue hace años. El director en España de la Emisora de Televisión TBN (Emisora con sede central en California), me preguntó si yo, como arquitecto, podría hacer el Proyecto de un edificio para Estudios de Televisión en Ciudad de la Imagen, de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. Yo conocía a este director de la iglesia. Respondí que sí, pero también me dijo que había otro arquitecto que tal vez fuera él el que hiciera el proyecto en lugar de mí. Los honorarios de arquitecto eran los mínimos y fijos, con lo cual, no afectaría en la decisión de cual sería el arquitecto.
            Durante meses estudiaban a cuál arquitecto elegir, si al otro arquitecto o a mi.
            Yo estaba tranquilo, aceptaba cualquier decisión que tomaran.    
            Más tarde me dijeron, que ya era prácticamente seguro, y habían elegido al otro arquitecto. Me dio pena pero seguí tranquilo.
            2) Creo que fue al día siguiente cuando, un amigo, Norman, me invitó a la boda de su hermana en California. Le dije que yo no creía que pudiera ir pues era muy caro para mi el viaje.
            Creo que oré. Entonces recordé que la decisión de elegir al otro arquitecto no parecía definitiva, de manera que aproveché la invitación de Norman e hice lo siguiente:
            Compré el vuelo para ir a la boda, pues consideré que habría alguna probabilidad de conseguir ese contrato, si yo me personara en la Central de California para que me vieran. Así que llamé al director y le dije que tenía un vuelo comprado para ir a California y yo estaba dispuesto, si ellos lo veían bien, firmar el contrato allí.
            Yo no tenía que decirles que yo iba a California también para una boda. Ese posible contrato fue lo que finalmente me motivó al viaje.
            Al día siguiente me contestaron que “sí”, que me esperaban en América para firmar. Quedé sorprendido, y así fue, fui allí, y firmé el contrato.
            3) Hice el proyecto de arquitectura y dirigí la construcción de la edificación. Y en tan sólo un año desde la firma ya estaba terminada la construcción y funcionando bien como televisión cristiana.
            Fue gran satisfacción oír que a la gente le gustaba el edificio, que les parecía precioso, incluso había quien decía que era el edificio más bonito de la zona, y un remanso de Paz.
            4) Yo,  aunque estaba contento con lo construido, también sufría un poquito porque el otro arquitecto no consiguió este trabajo. Pensé que cuál de los 2 arquitectos se merecería más haber hecho el proyecto, si el otro o yo. Incluso pensé que aquel de los 2 que fuera más antiguo de estar colegiado como arquitecto debería ser el que se mereciera más ese proyecto. Entonces miré el libro de anuario de arquitectos de España, y busqué el nombre del otro arquitecto para saber qué día se colegió él. Yo no sabía ni lo más mínimo de la edad del otro. Podría ser él como 10 años colegiado después que yo o unos 30 años antes que yo.
       Yo no podía creer lo que vi en el libro. De unos 300 días posibles al año en unos 40 años posibles en que él se hubiera podido haber colegiado, resultaría unos 12.000 posibles días. Pues comprobé que él se colegió el 11 del 1 del 1988:  ¡¡¡el mismo día que yo!!!
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       Conclusión: Según nuestro interés, podemos luchar por obtener algo, pero es al final, decisión del Creador de Todo si lo obtenemos o no. Parece ser que esa decisión depende de lo que conviene y si lo hemos orado. Muchos pueden merecer lo mismo, pero hay veces que sólo uno debe conseguirlo. Las "casualidades o coincidencias" las rige Él. Como dice el título de un libro cristiano: “El éxito no es casualidad”.
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Petición: Que Jesús el Señor nos ayude a que obtengamos los trabajos apropiados para nosotros y que resulten bien y de agrado.