martes, 29 de marzo de 2016

95) Una buena costumbre murciana de viernes santo

25 de marzo del 2016, Alicante.                
Hoy quería hacer una costumbre de Murcia, provincia de mi madre, que consiste en que el día como hoy, viernes santo, se visitan, en 7 iglesias, el lugar decorado donde está representado la mesa con el Pan y el Vino de la Santa Cena.
Estaba yo en la provincia de Alicante, y ya había visitado hoy 6 iglesias y dichos decorados y me acababa de enterar que en Alicante no hay esa costumbre como en Murcia, de modo que muchas iglesias no iban a estar abiertas.
Entonces cuando fui en busca de la iglesia número 7 y última, vi que estaba cerrada pues acababa de salir una procesión de esa iglesia. Era una iglesia preciosa de fachada Barroca, que aparece en muchos libros del arte del Barroco rococó.
Como estaba cerrada, entonces caminé por las calles buscando otra iglesia por donde yo creía que había otra iglesia:
-La primera que vi, no era católica sino Ortodoxa, y estaba cerrada.
-Continué andando y la siguiente en el camino tampoco era católica sino evangélica, que por cierto ya en otras ocasiones había estado allí, y en esta ocasión entré y había en ese momento una bella alabanza musical. Pensé si esta iglesia podía ser considerada la número 7, pero pensé que la tradición Murciana es visitar en concreto el lugar decorado donde se representa artísticamente el pan y el vino de la Santa Cena, y como esto creo que sólo lo hacen en las iglesias católicas, entonces continué buscando otra iglesia católica.
-Al rato encontré otra iglesia, la cual era Bautista, no católica con lo cual tampoco ahí estaba dicho decorado del Pan y Vino.
-Continué andando buscando y la siguiente que vi era Pentecostal, no católica, e igualmente sin dicho decorado.
-Continué andando y la siguiente que vi era de los testigos de Jehová, tampoco Católica.
-Continué buscando y estaba muy extrañado pues era muy raro que en España viera tantas iglesias seguidas no católicas y precisamente lo descubriera en esta situación.
-Y otra vez continué andando y buscando y lo siguiente que vi aún me sorprendió mas pues era un centro de los musulmanes, tampoco Católico.
-Y al fin poco después, encontré una católica pero estaba cerrada hasta el día siguiente.
-Entonces ya cansado volví en dirección a mi casa como algo decepcionado de no poder haber entrado a siete iglesias católicas ese día. Y en el camino ocurrió algo que me animó y cambió el rumbo de los acontecimientos:
-Escuché, en una iglesia que ya había estado ese día, una saeta que cantaba una mujer de Sevilla. Al momento hablé con ella y le dije que yo canté ayer una saeta en un balcón en la procesión de Campello. Entonces me pidió que yo cantara la saeta en ese momento para que ella lo escuchara y lo hice. Ella me dijo que lo hice bien y que lo podía mejorar si yo usara como referencia los tiempos musicales de los tanguillos, precisamente de la canción de una chirigota, la de “aquellos duros antiguos” que incluso ella un poco me cantó para mostrarme los ritmos. Me sorprendió mucho pues esa canción fue una base musical con la que nos presentamos este año en el concurso de chirigotas.
-Con esto, ya estaba yo más animado, entonces algo me decía por dentro de volver hacia aquella iglesia barroca, que conté hacia el principio, que estaba cerrada. Y al acercarme a sus puertas vi que estaban a punto de abrirlas, pues la procesión acababa de llegar a esa iglesia. Entonces vi algo que nunca antes había visto: Una bellísima e inmensa trompeta dorada, de unos 5 metros de larga, con ruedas, como si fuera un cañón pero de Paz, todo preciosamente decorado y con una corona hermosa en lo alto, sonó con fabulosa musicalidad, y con esto era señal para abrir las puertas.
-Quedé gratamente sobrecogido de pensar que la séptima de mi iglesia que quería visitar fue abierta sus puertas con tal bella ceremonia. Me imaginaba la belleza que debe ser la entrada al Cielo.
-Cuando iba a acercarme a las puertas, varios policías no me dejaban pasar. Ellos estaban como acordonando el lugar, pues sólo podía entrar la procesión. Y cuando terminó la procesión y ya los policías se fueron me acerqué a la puerta pero justo antes de entrar las cerraron sin dejar pasar al público.
Yo estaba algo perplejo. Al momento alguien abrió otra puerta al lado y pregunté si se podía entrar y dijeron que ya no, y les dije que yo quería hacer la costumbre de Murcia de ver 7 iglesias este día para ver dentro el decorado del Pan, y entonces al saber esto me dejaron pasar.
Y cuando conseguí al fin ver los 7 decorados de la Santa Cena, miré el reloj y me sorprendí que solo faltaba 1 minuto para terminar el viernes santo. O sea pude cumplir a tiempo, con esa costumbre o tradición, de una forma “como casual”.
Quedé muy satisfecho de este día, y había aprendido a abrir algo más mi mente. Hay costumbres buenas (1 cor. 15.33).

Conclusión: Parece que el Señor se divierte Feliz con nosotros cuando queremos mantener las costumbres que consideramos buenas. Y se nos abren las puertas si llamamos.
…….
Oración: Que mantengamos las buenas costumbres.