9 de Julio 2023. Llegué a Pamplona para las fiestas de San Fermín con mi amigo Javier y su amigo Tomás. Yo venía a estas fiestas con la idea de poder acercarme a los toros o a las vacas en el encierro pero aunque no pudo ser posible ocurrió algo después en el regreso que me satisfació mis deseos.
A la vuelta hacia Madrid decidimos pasar por algún lugar que estuviera en el camino entre Pamplona y Madrid. Decidimos pasar entonces por Laguna Negra en la provincia de Soria. Un lugar que desde hace más de 20 años yo quería visitar y nunca había visto. Tampoco Javier y Tomás lo habían visto y también querían visitarlo.
Junto a Laguna Negra había unas vacas con cuernos que parecían toros y puse mi fajín rojo de San Fermín apoyada sobre una botella de plástico de agua a modo de capote y lo moví el fajín y cuando la vaca negra lo vio se lanzó corriendo hacia mí como si fuera un toro.
Incluso la vaca salió del campo y se metió rápido corriendo en el camino donde pasaban los turistas y algunos turistas gritaron y se enfadaron y me decían que qué hacía yo.
Dije a los turistas que unas mil veces yo había hecho esto a las vacas pero nunca habían reaccionado como hoy. Fue siempre en las otras ocasiones las vacas se iban pero en esta ocasión la vaca venía corriendo hacia mí.
Era una sensación nueva y preciosa para mí cuando la vaca venía corriendo hacia mí porque experimentaba como si ella quisiera atacar pero a la vez como quisiera jugar conmigo como si fuese un bebé o un niño que quiere jugar, aunque tenía el tamaño grande como un toro grande.
Lo cierto es que aunque me asusté mucho me encantó la idea de la vaca venir hacia mí y cuando veía que ya era muy peligroso entonces lanzaba el fajín en la botella al suelo para que la vaca frenara.
Realmente era raro que la vaca se comportará como un toro.
Después de esto me quedé muy satisfecho de mi experiencia en el viaje pues entendí que se había cumplido mi deseo de poder experimentar el encuentro con los toros o vacas.
Respecto a lo de toros o vacas curiosamente yo había quedado con unos amigos de Toledo en Pamplona a los que les dije que yo quería ir a Pamplona solo por ver las vacas y ellos se reían porque decían no son vacas sino toros. Y me decían entonces decían que vengas aquí a ver las vacas.
Sentí con todo esto como si Dios cumpliera mi deseo y me diera el regalo del encuentro con esa vaca hacia mí que sentí como que jugaba y a la vez se me acercaba veloz jugando
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Conclusión: parece que el creador del universo le agrada que interactuamos con los animales que Él ha creado si bien no haciendo daño con ellos sino jugando en el buen sentido con ellos y ellos con nosotros.
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Petición: que los humanos podamos estar en equilibrio con los animales en amor y felicidad y unos y otros podamos jugar y ayudarnos.
