lunes, 15 de noviembre de 2010

47) Sumergir pescado en vaso de agua.

14 de Noviembre del 2010. Gandia (Valencia).

En el retiro cristiano de hombres, estábamos comiendo 4 amigos en una mesa. Fabián de Colombia, a mi derecha, Gustavo de Argentina, frente a mi, y Eduardo de Madrid (quien la noche anterior, invitó a Cristo como su único Señor) a mi izquierda. Durante la comida, a Eduardo se le cayó un tenedor al suelo. Y para que él no sintiera incomodidad por esta caída, le comenté al momento que qué bonito era el sonido del tenedor al caer al suelo, pues parecía como el sonido de unos platillos de una batería haciendo música. Al momento comenzamos los de la mesa a hacer sonidos y bonitos ritmos con los tenedores golpeando sobre los vasos con agua. Fue divertido. Y en ese ambiente alegre, y sin pensarlo, agarré con mi tenedor un trozo de pescado de mi plato para meterlo dentro del vaso de agua de Gustavo.

No sé cómo es que me vino esa idea de intentar sumergir el pescado en el vaso del agua. Pues era la primera vez en mi vida que recuerdo intentar hacer eso. Y como soy muy analítico intenté explicarme cómo es que me surgió esta idea. Lo único que podía imaginar es que lo hice por la suma de 3 aspectos que recientemente viví en este Retiro:

1) Que antes de entrar al restaurante, mi amigo Luis me habló a mí de que en la Biblia el bautismo significa inmersión, meter debajo del agua, como sumergir;

2) Que como Eduardo acababa de invitar a Cristo, entonces pensé que él debía bautizarse, sumergirse, en agua;

3) Y que yo entendía que el pescado podía representar la persona, pues incluso Cristo hablaba de pescar hombres.

No obstante, aunque intenté meter el pescado, no lo llegué a hacer pues quedé sorprendido de lo que ocurrió al instante:

Cuando comencé a sacar mi tenedor con el pescado de mi plato, dije “lo voy a meter al agua”, y antes de llegar a este vaso, (todo cuestión de unos 3 segundos), vi que otro trozo distinto de pescado entraba en el mismo vaso. Me sorprendí mucho. No podía entenderlo, parecía como magia. ¿Cómo era posible que antes de yo terminar de decir eso, alguien podía ser tan veloz para materializar mis palabras, y meter un pescado antes que yo hablara?

La explicación, que incluye un grado importante de “casualidad” es que Fabián tuvo la misma idea que yo a la vez, y llegó antes al vaso de agua pues él estaba unos centímetros mas cerca del vaso. Hay que decir que antes de que ocurriera esta “casualidad” no estábamos hablando ni de pescado, ni de meter algo al agua, ni nada parecido, Y que Fabián no oyó la conversación del bautismo.

Dijimos entonces, que esta casualidad ocurrió porque estábamos en armonía ó sintonía con la alegría, que surgió a partir de que aquel tenedor cayó al suelo, y se buscó lo positivo del hecho. (Ó de forma más general ó espiritual, ya que estábamos en un retiro cristiano, que el mal que hubiere hecho Eduardo, lo del tenedor y todo lo malo que haya hecho en su vida, requería para su perdón ó limpieza, además de invitar a Cristo, y del arrepentimiento: de un bautismo en agua).

En todo caso, al ver lo que sucedió nos reímos bastante.

También hablamos en la mesa el tema de meter otros trozos de otras comidas al vaso de agua. Gustavo y Fabián recordaron entonces también, que ellos de niños, hacían lo mismo con sus respectivas hermanas menores (las cuales tienen casualmente ambas casi 5 años de diferencia de edad de cada hermana con su hermano). Recordaron en concreto, que ellos 2, de niños, echaban en el vaso de agua de sus hermanas trozos de pan. Respecto a esto también se hizo un símil espiritual, referente a que:

Ese pan, puede significar el cuerpo del Señor por Amor a nosotros;

Y el agua, puede significar el vino (según el primer milagro de Cristo) que a su vez puede significar Su sangre para que nuestro mal pueda ser lavado.

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Conclusión: Cuando hacemos algo para procurar evitar molestar a alguien, todo esto puede crear un ambiente de mayor armonía y alegría a los que nos rodean. También se apunta la idea de la importancia quitar nuestro mal invitando a Cristo para siempre, y el bautizarnos por inmersión en agua.

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Oración: Que donde haya tensión podamos actuar de modo que de forma sencilla se sustituya la tensión por alegría. Que donde haya mal, lo sustituyamos siempre por Cristo y una vez por su Bautismo.

3 comentarios:

  1. Matemáticamente, según cálculos de probabilidad, y según el cococido "Umbral de Borel", en que 10E-15 se consiodera como:
    no posible en el sistema de la Tierra

    Tendríamos: 1/1.000(la idea extraña)x1/1.000(coincida con otra persona)x1/1.000(el mismo lugar)x1/1000(en el casi mismo instante)x1/1.000(de alguien que escribe un blog de coincidencias)=
    1/1.000.000.000.000.000

    Es decir, que esta coincidencia (ó sincronicidad) se consideraría matemáticamente imposible, por tanto, otro factor no físico, como puede ser Dios, tiene que entrar en acción.

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  2. Me encanta saber estas cosas. ¡Sigue con los ojos abiertos y compartiendo lo que ves!

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  3. Vale, bueno imagino que después os comeríais el pescado mojado...
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    No es ningún reproche, pero mírate este testimonio, dice esta señora que tuvo un juicio personal como el de la hora de la muerte. El Señor le mostró como ella tiraba la comida y le dijo: "yo tenía hambre" y le mostró la gente que estaba pasando hambre en el mundo. Desde entonces trato de comer todo lo que cae en mi plato y no tirar nada de comida (aunque tengo que admitir que de niño la tiraba).
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    http://www.gloria.polo.ortiz.in/
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    Dura una hora aproximadamente este testimonio.
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    Hoy he empezado mis clases. Se me hace rara la nueva aula. Estoy en mi rato de descanso, pero tengo ahora la parte más dura del día: estudiar 4 horas, a ver si lo consigo. Dios me ayude.
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    Que Dios te bendiga:
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    Javi

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