martes, 5 de febrero de 2013

69) Posible bilocación del pensamiento de Justo Gallego. Autor de la Catedral de la Fe en Mejorada del Campo.


-Otoño 2005.                

1. Una mañana estaba yo en el histórico pueblo de Santo Domingo de la Calzada, pues un cliente de mi trabajo (S. Muñoz) me pidió sencillamente que midiera una pared y lo comentara en un Juicio.
Para medir la pared pedí que quitaran un pequeño andamio que estorbaba.
Solo una hora después fui a dicho Juicio y el juez me preguntó si vi algún andamio. 
Quedé contrariado: ¡¿Cómo no pude recordar ese andamio?!. En ese instante mi cliente me miró descontento por mi olvido y pensé que por culpa de ese olvido mío perderíamos ese juicio.

Me sentí derrotado. 

2.  Poco después, en silencio, entramos al coche de vuelta hacia Madrid. Nos mantuvimos en silencio. 
Yo estaba sentado en la parte de atrás del coche abochornado, humillado por el olvido. Me sentí torturado a mi mismo, sentía fuertemente ser el peor arquitecto del mundo. 

3. Entonces me ocurrió algo muy EXTRAÑO. Me vino profundamente a la mente un anciano que yo no sabía si él era real. Yo lo había visto en un anuncio de televisión en el que él construía en solitario una Catedral y decían llamarse Justo Gallego. Yo creía que era solo ficción del anuncio.
Yo no sabía por qué de repente ese anciano vino a mi mente. Pensé que quizá era porque yo creía que él sufría como yo en relación a la arquitectura: él al sentir que nadie en el mundo le ayuda a hacer tan gran edificio y yo de sentirme el peor arquitecto del mundo.

4. Más EXTRAÑO fue que a los pocos segundos, la persona que conducía el coche, (la hija de mi cliente) me dijo, sin haber yo dicho nada de mi pensamiento: “Carlos, tú puedes hacer el proyecto de la Catedral de Justo Gallego”.
¡Me quedé perplejo!. ¿Cómo ella habló precisamente de lo que yo pensaba?
Parecía una coincidencia tal, que mas bien parecía como que ella hubiera leído mi pensamiento o... quizá, tal vez, que el sentimiento o el Espíritu de Justo Gallego, se hubiera "acercado" al coche y nos comunicara de su presencia y que buscaba orando un arquitecto humilde. Y en mi estado de sentirme el peor del mundo yo era un buen candidato a captar su "llamado" a través de las emociones o de lo espiritual o no sé.
Esa Catedral esta a unos 300km al sur de donde estábamos y yo ni siquiera sabía que fuera real la existencia de tal catedral.
He pensado que parece que fuera un tipo de Bilocación en que Don Justo me encontrara estando él a gran distancia, como si se hubiere teletransportado.

5.  Al día siguiente fui a ver esa construcción de catedral y  me convencí al verla de que era real. Hablé con el anciano. Nunca antes le había visto. Le conté la coincidencia. Entonces él me encargó hacer los planos y  proyecto de la continuación de la obra. 

6.  Cuando estaba midiendo la edificación, vi algo que entiendo que pudo ser como milagro. Al anciano le pedí ver la zona baja para estudiar la resistencia del terreno. Era en la Cripta de la iglesia, en zona con poca luz. Él al momento tropezó, y desde más de medio metro de altura, desde un tercer escalón, cayó con la cabeza hacia el suelo de cemento. Al instante pensé en lo peor, que se había matado, pero al instante se levantó diciendo “Dios ya me ha sanado”. Estaba perfectamente.

7.  Precisamente en esa Cripta, a pocos metros, él construyó años después una fosa para que allí se le entierre. Curiosamente en la misma Cripta donde creí que se mató. Y veo en esto como un símbolo de resurrección, tanto en esta vida como en la otra.

8.  En otra ocasión, Justo Gallego tenía durante meses una tos intensa y profunda que asustaba. Un día le dije que tenía que cuidar esa tos. Al instante él me dijo: “Dios ya me ha quitado la tos”. Y desde ese momento hasta el día de hoy, más de 15 años después, no le he vuelto a oír toser.

9. Varios periodistas alemanes me pidieron hacer entrevista, para hablar de la catedral. Y ellos me contaron que antes de ver la obra del anciano eran ateos, pero al ver lo que Justo hacía por Fe, reconocieron que Dios tenía que ser verdad, pues no podían creer que alguien hiciera tal obra por una mentira. Tras visitar la Catedral de la Fe, creyeron en Dios.

10) Hoy 15 de abril del 2021 el Ayuntamiento ha hecho un Acto de entrega a Don Justo de la Medalla al primer Hijo Predilecto de la Ciudad, y me pidieron que diera un discurso. En este discurso hablé de temas técnicos de la edificación del Templo, y terminé contando la historia en que Justo dijo: "Dios ya me ha sanado". 

11) A esta Catedral se le conoce con varios nombres, uno de ellos: la Catedral de la Fe.

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Conclusión: Errores involuntarios nuestros que nos humillan pueden ayudarnos. La Fe de un hombre dedicado a Dios, como un Santo, como el anciano Justo Gallego, puede hacer sanidades instantáneas, o incluso, tal vez puede mover “montañas” ó mover personas o pensamientos a kilómetros de distancia, como bilocación (estar en dos lugares al mismo tiempo).
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Oración: Que crezca la Fe en nosotros y nos lleve a realizar buenas obras como Dios quiera.

(Nota: Hay otras historias en relación a esta catedral y a Justo Gallego, escritos en este blog: historias números: 32) "fotos de catedral"; 17) "viaje a Ágreda"; ó 3) "anciano da datos de libro sin saber")

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