lunes, 19 de septiembre de 2011

55) En el autobús alguien se siente enfermo.

14 Julio 2011, Marruecos.
Viajaba yo con un amigo, Ariel, unos días por el norte de Marruecos, y nos desplazábamos en un autobús local, el cual era un tanto antiguo, y lleno de gente, y estaba yo en el pasillo. Entonces, un pasajero junto a mi, quien era de esas tierras, se sentía mal. Este, inquieto, pidió, al trabajador del autobús, una bolsa para vomitar. Escuché lo que pidió, y al momento algo me impulsó a decir a ese pasajero, que no pidiera esa bolsa pues no la necesitaba, pues Dios le iba a sanar, en el nombre de Jesús. Al instante mis manos, de forma espontánea, tocaron suavemente sobre la cabeza de ese hombre para bendecirle y calmarle. Él, entonces, no pidió la bolsa, y tampoco vomitó. Momentos después, dicho hombre, sonriendo me dijo que realmente se había curado, y me pidió entonces que orara por su trabajo. Ya hizo todo el viaje bien y tuvimos amena conversación.
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Conclusión: a veces impulsos nos pueden mover a querer que otros se sanen, produciendo un deseo del bien del otro, que unido a una Fe en el Ser más Superior, quien puede hacerlo, produce resultados de sanidad, en algunos casos, inmediatos.
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Petición: Ser Infinito, que crezca en nosotros, el deseo del bien en los demás.

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