lunes, 16 de noviembre de 2009

13) El Santo Grial: de las historias medievales.

16 de noviembre 2009, Valencia.
PARTE 1:
Yo estaba en Valencia e iba a tomar el tren para volver a Madrid. Pero, perdí el tren. Me entristeció, pero me tranquilicé pensando que Dios podría sacar algo bueno de esto. Y efectivamente algo bueno surgió que me sorprendió y cuento a continuación:
Yo tenía que esperar 2 horas hasta el siguiente tren. Pensé qué podría yo hacer en ese tiempo. Sentí que tenía que caminar hacia el centro de la ciudad. Así lo hice. A los pocos minutos de comenzar a caminar sentí que debía ir a ver lo que dicen ser el Santo Grial. Es decir, el cáliz, o la copa, donde Jesucristo bebió el vino la noche antes de su crucifixión.
Yo había oído varias veces que esta copa está en una capilla de la Catedral de Valencia. En el centro de Valencia. Yo tenía dudas si esa copa sería la verdadera. (Parece ser que, este cáliz, es el más reconocido en el mundo como más probable de ser auténtico: Así dice Wikipedia y otros escritos, y en el año 2014 el Vaticano reconoció el cáliz de Valencia digno para hacerse años jubilares).
Volviendo a nuestra historia, como un minuto antes de entrar a la Catedral sentí ganas de tener que ir al baño (para hacer de vientre). Entonces yo me dispuse a entrar a una cafetería, que estaba allí al lado, para ir al baño. Pero antes de desviar mi camino sentí como algo que me decía, que no frenara mi paso; que continuara a la Catedral y no me preocupara de ir al baño. De modo que me aguanté. A los pocos segundos ya no tenía ganas de ir al baño. Esto ayudó a que llegara en el preciso momento…como voy a contar…
Seguí caminando hacia esa capilla y…cuando yo estaba sólo a 2 pasos de entrar a la capilla, escuché al sacerdote (quien daba misa en ese momento dentro de la capilla) diciendo con fuerte voz: ESTE ES EL CÁLIZ…”.
La palabra “CÁLIZ” sonó justo en el mismo instante en que yo cruzaba el umbral de la puerta.
La coincidencia me sorprendió. Yo iba allí para ver ese cáliz y sonó precisamente esa palabra justo al yo entrar allí. (Además, esta palabra "CÁLIZ" se dice solo pocos segundos al día por el sacerdote allí en la capilla al celebrar misa o actos litúrgicos).
Pensé entonces en la importancia de esa PALABRA.
Pensé que a Cristo se le llama en la Biblia: “LA PALABRA” (como Dios creador de todo).
Cuando miré dentro de la capilla me admiré de algo: me di cuenta que el sacerdote no se refería al auténtico cáliz. Éste autentico cáliz está visible, pero muy protegido por unos cristales y medidas de seguridad. El sacerdote estaba mirando a otro cáliz, el que él estaba alzando en sus manos. Desde mi ángulo visual, los 2 cálices se veían entre ellos muy cerca el uno del otro, como en contacto.
(El auténtico cáliz es una sencilla copa de piedra. Hace pocos siglos la adornaron con oro)
Continuando la historia, en ese momento, al ver los dos cálices próximos, tuve una sensación de comprender algo: Ambos cálices, se veían como iguales, y que no importa tanto cuál es el auténtico. Que lo que importa, no es la copa, si no lo que contiene la copa: cierto líquido que implica un valor simbólico tremendamente importante.
Pensé: la copa es un sólido, y lo que contiene la copa es como lo contrario: un líquido.
Pensé que ¿por qué en la Naturaleza hay tanta importancia de separar el sólido del líquido?: Pensé, ¿por qué Cristo separó el sólido: el pan (símbolo de su cuerpo), del líquido: el vino (símbolo de su sangre)?. Dividió un mismo cuerpo en 2. Por un lado la carne y por otro la sangre.
Pensé: el sólido tiende a estar más inmóvil, mientras que el líquido tiende a moverse. Y ambos se necesitan o complementan. Pensé: 1) lo SÓLIDO (COMO LA CARNE) tiende como a querer permanecer, a ser como una costumbre o inercia; mientras que: 2) lo LÍQUIDO, quiere moverse.
PARTE 2:
Un momento después comenzaba la comunión del pan. Me pareció que podría ser bueno que yo tomara de ese pan, en especial por la coincidencia QUE ACABABA DE PRESENCIAR con el cáliz. Pensé si habría algo que me prohibía tomar la comunión en ese momento…Yo tenía entendido que en la Iglesia Católica había que ayunar al menos una hora antes de comulgar. Yo me acababa de comer, media hora antes, un buen polvorón. Entonces le pregunté, con voz baja, a alguien que estaba a mi lado: “perdón, ¿cuánto tiempo hay que ayunar para comulgar? Él me respondió: “creo que eso era antiguamente, ahora no importa”. Aunque él no estaba seguro, yo oré que Dios perdonara todos mis pecados y así me sentí libre para comulgar.
Cuando la cola de la comunión estaba a punto de terminar yo pasé rápido al último de la cola. Tomé casualmente el último trozo de pan de la bandeja…pero…
Lo que voy a decir puede parecer más que extraño. Tengo en mi memoria un recuerdo de lo sucedido como de la siguiente manera:
Me dio la impresión, que cuando me acerqué al sacerdote para comulgar, vi que la bandeja ¡estaba vacía!. No quedaba pan consagrado. De pronto, ¡apareció ante mis ojos, en medio de esa bandeja, un nuevo trozo redondo de pan consagrado!. Era como si el sacerdote, como un mago, hubiera sacado otro trozo de pan consagrado de la manga.
Me sorprendí pero pensé que sería algún efecto óptico.
Alguien podría pensar que fuera milagro, incluso a veces lo considero como que podría haber sido milagro, aunque no lo puedo asegurar. No lo se, tal vez lo más probable es que el reflejo del metal de la bandeja me ocultara el último trozo de pan consagrado que quedaba.
En cualquier caso, el creer por un instante que apareciera más pan, me hizo recordar algo que dice la Biblia: la multiplicación milagrosa, que hizo Cristo, de los peces y los panes.
También unos segundos después me preguntaba cómo se diría en latín la palabra Cáliz. Se dice Calix. (Yo llevaba años queriendo oír una misa en latín, y pensaba que tal vez no existían ya misas en latín). Unos minutos después, en esta misma capilla entraron 17 sacerdotes. La gran mayoría de ellos eran ancianos: de unos 70 años o más. Y al momento uno de ellos, bastante anciano, comenzó a dar una misa.: ¡precisamente en latín! Esto fue de alegría para mí: se cumplió ese deseo. Curiosamente la siguiente vez que estuve en una misa en latín, y que fue unos 5 años después (en la iglesia de Santa Cruz de Madrid), ocurrió algo tremendamente sorprendente para mi (tuve una visión tridimensional de luces maravillosas en colores, tan bello que hasta me hizo llorar, que salían del pan en la consagración en el momento en que el sacerdote lo elevó...y hasta increíblemente ¡el tiempo se me paró como unos 15 minutos con el pan consagrado alzado!).
Volviendo a la historia del cáliz, hablé después con el sacerdote que dijo lo de “ESTE ES EL CÁLIZ…” y que me dio el pan. (Creo que se llamaba Miguel Payés). Le conté la casualidad, y que tomé el último trozo de pan de su bandeja. Se sonrió felizmente.
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Conclusión: El oír las palabras "Esto es el Cáliz" justo al momento tan casual en que voy a ver el Santo Cáliz, da pie a pensar que fuera una señal de que ese llamado Santo Cáliz en Valencia es el verdadero:  El llamado Santo Grial.  Aunque lo que merece la mayor importancia, es que ese hecho casual confirmaría que verdaderamente Cristo sería “La Palabra”: como dice la Biblia: La Palabra que creó todo el Universo…
Y aunque la casualidad no pueda demostrar si es o no el verdadero cáliz, al menos puede ayudar a aumentar la Fe, en el sentido de que lo importante es el simbolismo o significado del cáliz. Es decir, que Jesús de Nazaret, por amor a nosotros, bebió de un cáliz, bebió voluntariamente la muerte eterna más cruel en lugar de todos nosotros… Para salvarnos del fuego del Infierno. Pues ocurrió el milagro tras Su muerte: Resucitó.
Todas las casualidades que nos ocurren pienso que confirman de algún modo que Cristo resucitó.
Entiendo que el poder del milagro es sólo de Cristo Dios. No es del hombre ni de ninguna denominación religiosa. Lo que importa es que vayamos para la eternidad al Cielo. Esto, entiendo que se consigue con 2 cosas, así:
1) dejando lo MALO (arrepintiéndonos, crucificando nuestra CARNE…o como lo queramos expresar); y
2) aceptando al BUENO (el único siempre bueno en la Historia reconocido: Jesucristo). Aceptando que él dejó derramar Su SANGRE para limpiar nuestros pecados.
Resumiendo: Lo importante del Santo Grial es su mensaje. Puede estar es cualquiera de nosotros: Sustituir lo malo por lo bueno. Y lo único Bueno es Dios Trinidad: Padre Hijo y Espíritu Santo.
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Oración:
Que recibamos lo bueno que el Señor quiere que recibamos gracias a su sacrificio vertiendo su sangre. Y que cuando veamos u oigamos algo en relación a un posible cáliz que Jesús tuviera en sus manos, no nos desviemos pensando si era o no verdadero ese cáliz sino que recibamos Bendición de Dios.

2 comentarios:

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  2. Carlos, sobre el Grial, creo que puede ser auténtico, la única manera de certificar una reliquia es rezando para que Dios confirme si es verdadera o no... Ya el se encarga de responder a la oración...
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    Creo que lo de la hora antes de comulgar está aún vigente... y es conveniente haberse confesado antes, recordemos los versículos: "...22 Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. 23 Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan»..." Eso se cumple en la Iglesia católica en los sacerdotes...; no sé si en otras Iglesias habrá alguien que perdone los pecados...
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