miércoles, 17 de marzo de 2010

29) LLamar gusano.

20 de Febrero del 2010. Madrid.

Yo estaba algún año sin ver a mi amigo Juan de Portugal, quien conocí hace casi 20 años atrás en la iglesia de Amistad Cristiana.

Me llamó por teléfono este día y me dijo que venía a Madrid en coche y que dónde nos podríamos encontrar.

Le dije que conduciera el coche junto al semáforo en la plaza junto a mi casa. Al momento que me acerqué al semáforo, a él le correspondía parar con su coche en ese semáforo, pues se puso en rojo dicho semáforo, y fue justo junto a mi lado. Le saludé muy alegre, y le dije que qué casualidad lo del semáforo. Él se rió mucho por este comentario mío pues no le parecía casualidad.

Fuimos después él y sus amigos (quienes le acompañaron en el coche) al tradicional restaurante de Madrid. Casa Mingo. Probé la mejor tarta de Santiago con licor, que nunca antes había probado, pero… esto no es el tema…

Allí, después de mucho hablar, le dije si recordaba que hacía casi 20 años él me llamó una vez cariñosamente “gusano”. Él se sorprendió, y me dijo que qué casualidad, pues me dijo que unos segundos antes él estaba pensando en justo ese momento en que él me llamó “gusano”. Lo recordaba muy bien.

Pensamos el por qué de llamar “gusano” y por qué sería una cosa buena. Llegamos a la conclusión de que somos en el buen sentido como gusanos que nos arrastramos pero que como ellos, nos transformamos en mariposas, y podemos volar.

A raíz de esto (poder volar, con o sin la imaginación) me habló de una muy interesante historia de una nave espacial…Lo que despertó una nueva ilusión en mis días.

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Conclusión: Aunque sintamos a veces que nos arrastramos en males en esta tierra, tenemos la capacidad de volar con nuestra mente por encima de todo mal.

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Oración: Maravilloso e infinito Señor de la Imaginación y Realidad, que usemos la capacidad que nos has dado de elevar nuestros pensamientos a las alturas que tu deseas y te alegra.

4 comentarios:

  1. una historia muy bella, carlos. me ha hecho pensar mucho en la multitud de ocasiones en las cuales yo me siento como un gusano con ganas de ser mucho mas. nos vemos por la solea, no? un abrazo muy fuerte amigo.

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  2. Hola Amigos!

    Pues yo soy Juan, el chico Portugués de quien habla mi amigo Carlos.

    Lo que comenta Carlos, fue lo que sucedió realmente.

    Es interesante que simpre que me encuentro com el,pasan cosas... como minimo curiosas y positivas!

    Un saludo muy grande desde Palmela (mi pueblo perdido en Portugal)

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  3. Jajajaja !! Muy graciosa la historia Carlos. Me he reído mucho. Me gusta tu conclusión.

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  4. Casa Mingo queda por mi barrio...
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    Suelo ir paseando de mi casa a la ermita de San Antonio de la Florida y luego regreso a mi casa en total 30 minutos, 15 minutos de ida y otros 15 minutos de vuelta. Cuando quiero un paseo largo llego hasta la clínica Moncloa, 1 hora andando, 30 minutos de ida y 30 minutos de vuelta desde mi casa.
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